Mientras dormimos el metabolismo realiza funciones vitales como la liberación de hormonas, regeneración de tejidos, utilización de nutrientes, etc. y todas estas funciones implican un gasto energético.
La energía (calorías) que son utilizadas mientras dormimos no se pueden reponer, ya que es un periodo en el que no ingerimos ningún alimento, éste ayuno es normal, pero no debe prolongarse.
El desayuno proporciona del 15 al 20 % de las calorías totales del día, de ahí radica la importancia de adoptarlo como un hábito para tener un estilo de vida saludable.
Generalmente, tenemos la idea de que el tener ayunos y comer pocas veces en el día contribuirá en la pérdida de peso, sin embargo, múltiples estudios confirman que el tener periodos de ayuno prolongados y sobre todo el saltarse la primer comida del día incrementa ansiedad por consumir alimentos ricos en carbohidratos simples y nada nutritivos, lo que provoca un aumento de peso.
Al tener periodos prolongados de ayuno, el organismo pone a andar mecanismos de emergencia para poder compensar la energía que hace falta, la fuente de energía secundaria (el glucógeno que se utiliza se encuentra almacenado en nuestro tejido muscular, por lo tanto, al ser tomada como fuente energética el organismo pone en marcha un proceso compensatorio en el cual que se pierde masa muscular y se almacena grasa corporal), por ende, en lugar de sentirnos con energía, sólo obtendremos un malestar general.
Del mismo modo, está comprobado que dejar de comer por periodos prolongados, ocasiona que el organismo trabaje en una forma más lenta, teniendo como consecuencia letargia y trastornos gastrointestinales. Por otro lado, desayunar diariamente contribuye a mantener estables los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre, por lo tanto, el ayuno constante puede provocar el desarrollo de Diabetes Mellitus, y según una reciente investigación realizada por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, las personas que no desayunan tienen un 27 % mayor posibilidad de sufrir ataque cardiaco, esto debido a que el ayuno prolongado puede conducir al desarrollo de factores de riesgo que provocan esta condición.
El no desayunar afecta de una forma importante el funcionamiento de nuestro organismo, para evitarlo te recomendamos realizar diariamente un desayuno nutritivo y completo.
- Procura incluir un alimento de cada grupo del plato del buen comer, de esta forma, brindarás a tu organismo la cantidad de nutrientes necesarios para comenzar el día.
- Evita el consumo único de alimentos ricos en carbohidratos como jugos, licuados ó fruta sola, ya que estos se digieren con mayor velocidad y provocarán mayor hambre y ansiedad por el resto del día.
- Antes de desayunar toma un vaso de agua simple, éste despertará a tu organismo y le ayudará a trabajar de una mejor manera.
- Incluye en tu desayuno algo de verduras, su alto aporte de fibra contribuye a una mejor digestión, por lo que disminuirá la inflamación intestinal y te sentirás más ligero(a).
- No olvides darte el tiempo necesario para realizar tu desayuno. Si es necesario, despierta 15 minutos más temprano, de este modo no tendrás contratiempos en realizarlo.
Artículo por:
L.N.E.D Estefanía Liñán Guajardo
Ced. Prof. 8363505
FM Gastronomía
Departamento de Nutrición
www.fmgastronomia.com.mx
Ced. Prof. 8363505
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