La alimentación es un proceso que influye en nuestro estado de ánimo, cada alimento que seleccionamos para nuestro consumo tendrá diferente estimulo, ya sea de forma positiva o negativa.
A continuación se mencionan algunos alimentos que pueden ser nuestros aliados para el bienestar:
Contra el cansancio
- Cereales integrales: ya que ayudan a producir serotonina, hormona que al ser producida causa en nuestro cuerpo sensación de bienestar.
- Vegetales color verde oscuro, por su alto contenido de hierro: algas, espárragos, espinacas, acelgas, brócoli etc.
Contra el insomnio
- Kiwi: sus altas concentraciones de vitamina C provocan la producción de serotonina, por lo tanto consumirlo una hora antes de dormir te ayudará a conciliar el sueño.
- Cereza: contienen melatonina lo cual garantiza un sueño profundo.
Contra el estrés
- Plátano: contiene el aminoácido triptófano que en el cerebro se trasforma en melanina y serotonina (hormonas que promueven un estado de relajación).
- Mora azul: contiene vitamina C, la cual se ha demostrado que permite relajarnos en situaciones de estrés.
Mantener el estado de ánimo elevado
- Salmón y pescados de agua azul: el alto consumo de omega 3 también estimula la producción de serotonina, por lo tanto tener una dieta rica en este ácido graso puede ayudarnos a mantener un elevado estado de ánimo.
- Plátano: contiene vitamina C, acido fólico y magnesio, estos nutrientes también ayudan a elevar el estado de ánimo.
"Del otro lado de la moneda tenemos los alimentos que pueden producir cansancio, irritabilidad, estrés e incluso ansiedad."
- Alimentos con grasas trans: la mayoría de los productos que las contienen vienen dentro de un paquete, es por esto que debemos limitar el consumo de alimentos procesados como galletas, barritas o embutidos y de la misma forma procurar moderar el uso de aceite al preparar nuestras comidas.
- Ingesta excesiva de azúcar simple contenida en jugos, refrescos, bebidas azucaradas, bollería y confitería: genera un desequilibrio en los niveles de azúcar en plasma, esto a su vez provoca que las concentraciones de serótina sean menores y por lo tanto nuestro estado de ánimo se puede ver afectado.
Otro factor que se involucra con nuestro estado de ánimo es el tipo de dieta que llevamos. Cuando una persona come de una forma correcta y lo sabe, esto le hace sentir muy bien, y generalmente asociará esta práctica a un estado de ánimo positivo, pero el punto crítico se presenta cuando se genera una restricción calórica. Si la persona está comiendo sano pero siente que se está quedando con hambre o que no es suficiente, el malhumor será irremediable. En otras palabras, la cantidad de calorías o energía serán también determinantes en nuestro estado de ánimo; es necesario tener en claro que la comida está ligada a una cuestión de placer que es natural en toda especie, y no existe motivo alguno para negarla. Está comprobado que cuando nos sentimos culpables porque nos gusta comer o porque lo que comimos lo consideramos como un “pecado” esta idea genera estrés en nuestro organismo y este, a su vez, provoca que nuestro metabolismo se haga más lento. Es importante saber que podemos comer rico sin subir de peso ni tener otras consecuencias negativas, para esto será primordial analizar el factor “cantidad” de los alimentos que consumimos.Entendamos que el comer es un placer que nos ha sido otorgado naturalmente y el buen comer radica en cuidar el equilibrio de los nutrientes para proveer a nuestro organismo de la energía necesaria para su correcto funcionamiento.
Artículo por: LN. Rocío Berenice Lozano Domínguezwww.fmgastronomia.com.mx
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